Experiencia: Castidad / Sodomización / Esclavo de placer
«Hace unas semanas tuve la suerte de estar con Selina. No he podido escribir el testimonio antes, pero estaba seguro de que quería escribir uno durante la sesión. Todo comenzó muy bien, me preguntó varios aspectos de mi experiencia previa. De hecho, también me repreguntó cuando intuía —de manera brillante en muchos casos— que había información que no decía. Me propuso varios escenarios y casi sin darme cuenta terminé reducido y encadenado contra el colchón.
Fui con un deseo bastante específico sobre lo que quería experimentar y qué expectativas podía llevarme; sin embargo, Selina le dio vuelta y media a estas ideas previas e hizo conmigo muchas cosas que no imaginé. Me sentí humillado, sometido y de pronto entregado a su fuerza y sus comandos. Ella fue muy gentil conmigo desde el principio, pero a la vez iba aprendiendo a rendirle tributo: me enseñó a entregarme a una verdadera dominatriz. A decir verdad, da mucho gusto y de verdad emociona tratar con una ama sumamente inteligente y perceptiva.
Selina es estricta. Selina, también, posee porte y eso lo percibes desde que ingresa a la habitación e incluso mientras sujetaba mi mandíbula. Selina es hermosa y tiene una mirada que hace que los pies tiemblen de los nervios. No pensé que iba a terminar lamiéndole las piernas, pues nunca antes me había sentido tan entregado; y tampoco imaginé que su sodomización tuviera tal ritmo que me vine (corrí) entre sollozos, lágrimas de alegría y vulnerabilidad. No quise que terminase. Hacia el final, solo tenía su imagen en mi cabeza y una nueva adicción.» – A. Perú